Musiqueando la resistencia

Michael (AlSO)

Durante un encuentro de grupos de parados y paradas independientes en la ciudad alemana de Sprockhóvel en la primavera de 1990 conocimos a BALADRE por vez primera. Manolo hizo una contribución en castellano cuyo contenido ya no recuerdo. Pero lo que sí recuerdo aún más es su capacidad de tejer redes.

Cuando él se dio cuenta que en nuestro grupo ALSO teníamos una banda llamada “KrisenFest”, no se dio por contento hasta que nos había convencido de que teníamos que venir de todas maneras en septiembre de este año a Gasteiz/Abetxuko para tocar en la fiesta de barrio “Mikelin 90”. De hecho así diez personas de Oldemburgo emprendieron el viaje: con el “Sr. Schónfeld”, la furgoneta de la ALSO (incluido el sistema de sonido), otra furgoneta y en tren.

Nuestra evaluación algo entreverada la publicamos en nuestra revista SIESTA en aquel entonces:

La semana de acción contra la pobreza y la exclusión social “Mikelin 90”, que había sido organizada por la iniciativa en Gasteiz nos está haciendo enfrentar la dialéctica entre espontaneidad y organización de forma nueva: como iniciativa de base ellos organizan un “Festival de Música Rock contra la pobreza” con 6 bandas conocidas y 15.000 participantes. Un segundo “Concierto contra la Riqueza” con “Top-Acts” nacionales del Estado español fue un fracaso en términos de participación y económicos.

En las rondas de discusión durante los siguientes tres días participaba muy poca gente. A contrario de lo previsto, los “Jober” de Hamburgo y ALSO deberíamos dar una charla, lamentablemente la organización de la traducción dejaba de desear.

En una fiesta la hora de aparición de “KrisenFest” es cambiada a muy corto plazo, se acopla otra banda; un segundo concierto en Gasteiz es cancelado y trasladado a otra casa ocupada en una aldea remota. Grupos están trabajando ininterrumpidamente para colocar y desmontar los escenarios, para pegar carteles, hacer emisiones de radio por una emisora pirata, escribir artículos y dar entrevistas de prensa. Mientras que nosotros tenemos que esforzarnos a verlo todo de manera relajada, los huéspedes nos dan una explicación amable y hacen de todo para que nos sentamos bien. Nosotros estamos aprendiendo: Nuestro criterio para el éxito —la cifra de personas participando en un evento– es tal vez un error de organización porque crea una separación entre organizadores y el público. La gente de Gasteiz se entiende como una iniciativa del barrio en un determinado barrio con una determinada tradición y estructura históricas a la que tienen que respetar y considerar, en el lugar donde ellos mismos viven y trabajan. Su éxito consiste en: la participación activa de muchos grupos y personas en la organización de la semana, de jóvenes y parados que normalemente no participan en los grupos. Poco a poco (después de la dictadura franquista) se necesita reconstruir una tradición positiva de discusión pública sobre importantes temas socio-políticos. Las separaciones entre intelectuales y clase trabajadora, clase trabajadora y parados y paradas, trabajadores y trabajadoras sociales y “afectados y afectadas” solo pueden ser eliminados en un proceso organizativo que dure muchos años.

Esto era el inicio de una amistad maravillosa … De tiempo a tiempo gente de la ALSO visitaba a eventos de BALADRE en el Estado Español, en Gasteiz, en Madrid, en Terrassa, en Vigo… y muchas más visitas a proyectos en Alemania hicieron desde BALADRE en Hamburgo, Disseldorf, Berlín, Oldemburgo.

… Pero el internacionalismo de BALADRE se extendió hacia Latinoamérica, África y Europa del Este.

¿Qué es lo que ha permanecido entre Manolo y muchas otras personas de BALADRE y ALSO después de tantos intentos de organizarse de manera formal o independiente (como la ENU, el grupo de trabajo Multinacional del grupo de trabajo federal de parados y paradas, Ítaca…) y a pesar de diferentes interpretaciones y malentendidos en todos estos años?

¡Integridad y confianza!

Nunca me voy a olvidar cómo Manolo nos informó a inicios del 1994 que en los próximos días iba a llegar una joven valenciana a nuestra casa compartida en Oldemburgo. Ella estaba en apuros personales y necesitaba distanciarse por un par de meses o un tiempo más largo. No había otra que recibirla; así pasamos un tiempo lindo con E. Mucho tiempo después ella regresó al Estado Español con nuevos ánimos. Lamentablemente perdimos el contacto en estos tantos años y esperamos que le haya ido bien.

Visto desde afuera, tengo que admitir que BALADRE siempre parecía estar organizado de manera más democrática de base, que siempre comprendía más iniciativas prácticas en los distintos sectores, por ejemplo el feminismo, la agronomía ecológica, el trabajo en el territorio y en el barrio en el entero Estado Español, que trabajaba más temprano sobre las preguntas actuales del internacionalismo, del feminismo, del racismo, de la autonomía regional, de la ecología y la sustentabilidad, reflexionando sobre ellos de manera crítica y observándolas en sus propios proyectos.

¿Puede haber integridad y confianza entre miradas a veces desconfiadas acerca de las tendencias “reformistas” a la institucionalización de la ALSO y las miradas algo desesperadas en vista de la diversidad caótica de la organización BALADRINA?

Manolo no habla inglés ni alemán y yo también tengo muy pocos conocimientos de otras lenguas (así que siempre estamos dependientes de intérpretes o traductores). No obstante de forma personal diría que entre ALSO y BALADRE nosotros y nosotras lo simbolizamos de alguna manera.

A pesar de que Manolo no haya envejecido en todos estos años: Les deseo a BALADRE y a él y a la ALSO muchos y muchas colaboradores jóvenes que sigan trabajando en nuestra confianza común para un futuro social solidario, cooperativo y afectuoso.

Scroll al inicio