La comarca del Bierzo, espacio natural privilegiado que se ubica entre territorio galego y leonés es a la vez de un enclave de alto valor ecológico un territorio amenazado por los proyectos industriales y energéticos que se extienden por los municipios colindantes a la población principal que se concentra en el término municipal de Ponferrada.
En concreto, en el municipio de Cubillos del Sil, se ubica desde mediados de agosto de 2019 el proyecto La Kasuka. Una iniciativa de autogestión y rehabilitación de una vivienda y sus terrenos colindantes de forma colectiva y en cesión de uso. La importancia de recuperación de espacios en este u otros enclaves de la comarca no es baladí, ya que la amenaza de la actividad industrial, sobre todo en torno a la explotación energética es una amenaza que, con el paso del tiempo, se va materializando cada vez más. No obstante, las luchas vecinales están activas frente a las amenazas de reactivación de la actividad en la central térmica, como sobre la implantación de parques eólicos, placas solares y un desmesurado crecimiento urbanístico que pretende implantar el mayor Polígono Industrial del noroeste del Estado español con más de 2 millones de m2.
De ahí la importancia de recuperar y sostener espacios como el que se constituye hace algo más de 4 años en torno a La Kasuka. Comienza siendo una cooperativa comunitaria autogestionada que pretende abarcar un espacio de acogida para personas que quieran disfrutar y hacer uso de los espacios de La Kasuka, a la vez que se rehabilita el espacio se generan talleres para el aprendizaje de actividades de rehabilitación. En el enclave de la vivienda se habilitan espacios de acogida, una cocina comunitaria y un espacio de tetería. Además, en el espacio que rodea la vivienda se pone en marcha una huerta comunitaria donde se cultiva verdura ecológica para la elaboración de comidas en la cocina comunitaria. Se comienza la construcción de un gallinero y se habilitan espacios para acampada y para caravanas o furgonetas, para la acogida de mercadillos libres, conciertos, reuniones,… Lo cual da una idea de las dimensiones del espacio y de las posibilidades de encuentro y actividad a los que se puede dar cabida.
Sin embargo, en marzo de 2020, nos vemos paralizadas por la situación del coronavirus. Apenas unos meses después de los inicios del proyecto comienza el estado de alarma y el recorte drástico de las libertades de movilidad y de reunión que se alargan a lo largo de este año y de mediados del año siguiente. Lo cual ralentiza las previsiones de actividad. No obstante, alrededor del mes de mayo del año 2021 nos lanzamos a organizar el espacio para dar cabida al encuentro de Baladre que consigue reunir en el espacio, a pesar de las restricciones, a más de 30 personas de todo el estado.
Como resultado del encuentro de Baladre y del apoyo mutuo se pone en marcha la construcción de unas nuevas escaleras de madera que conectan la cocina comunitaria con la buhardilla de La Kasuka para habilitarla como dormitorio comunitario, gracias a las habilidades del maestro carpintero Mapu, nuestro maestro carpintero y ebanista Victor, “el mapuche”.
Aun así, las dificultades de autogestión y vida comunitaria han hecho que el proyecto sufra altibajos y en este momento aunque el proyecto inicial está parado seguimos ofreciendo el espacio como lugar de acogida, que nos da la posibilidad de compartir en un entorno natural saludable y acogedor. Un espacio de aprendizaje y experimentación comunitaria compartida y solidaria.