Un Berbiki Kosmiko, por decir algo

El taller

Había que poner un nombre al montón de ideas, aparatos, obras, cachivaches, circuitos, objetos, instrumentos, herramientas y materiales con los que trabajo y “Berbiki kosmiko” es de las cosas que menos sentido tenía. Lo importante no debe ser el nombre, si no lo que hay detrás, que es Basura, el elemento principal de este “proyecto”.

Desde hace algunos años, entre otras miles de cosas, pago las facturas gracias a las cosas que fabrico. El proceso es así: me encargan algo (muebles, juguetes, arreglos o artificios), miro entre la basura que tengo acumulada a ver con qué puedo hacerlo y si no, me voy de ruta a ver que encuentro. En las ciudades nunca falta material de desecho, así que no suelo tener problema.

No sé si elegí acabar haciendo esto o esto me eligió a mí, pero aquí estoy, no es solo un empleo, si no un objetivo vital al que llego por suerte, por privilegio y porque el desperdicio me ha molestado siempre.

Proyecto “Eki-txirrigurdi”del Berbiki kosmiko con Ibon Baquero. Remolque sonoro. Para más info consulta su web
Proyecto “Eki-txirrigurdi”del Berbiki kosmiko con Ibon Baquero. Remolque sonoro. Para más info consulta su web

El lugar en el que trabajo se llama “Berbiki Kosmiko”, es un espacio físico que se compone de 3 espacios: uno de trabajo interno; una zona de taller abierto para compartir con otras personas; y por último un espacio diáfano, moldeable, dirigido a hacer talleres, conferencias, ciclos, proyecciones, exposiciones, etc. relacionadas con el reaprovechamiento de materiales, sobre el derroche y el decrecimiento. Estas tres o más patas conforman un espacio que sirve para trabajar en lo manual y en lo sesudo. Por eso es importante el trabajo, la investigación y la difusión.

Precious Plastic

Suelo elaborar cosas para personas particulares, otras para grupos y asociaciones y por último y más importante, otras veces creo cosas para mí, con la idea de investigar algún material o proceso en la línea de la concienciación ambiental. Algunas de esas veces, tengo suerte y consigo subvenciones que me permiten dedicar más tiempo mío a trabajar en el proyecto o más medios para las personas que en él participan. Este es el caso del proyecto en torno a la reutilización de plásticos que estamos desarrollando ahora mismo, y que más adelante situaremos en territorio.

Se trata de replicar una idea ya creada y aterrizarla en un territorio concreto (Abetxuko). El proyecto se llama Precious Plastic3 y llegó a mi como casi todo, con el boca a boca. Un amigo de Ingeniería Sin Fronteras, me habló hace años sobre esta comunidad. Me gustó porqué es algo abierto, descentralizado, libremente replicable y con nodos en todo el planeta.

Puedes descargar de la web las instrucciones de cómo autofabricar estas máquinas con las que trabajar el plástico para triturarlo, calentarlo y volverlo a utilizar en la construcción de joyas, sillas, bloques, ladrillos, envases, etc.

Uno de sus objetivos es enfrentar la sobreproducción de plásticos desechados y otro es concienciar sobre el problema de la sobreproducción y el sobreconsumo. Pero la verdad, es que lo mejor sería que este proyecto no fuera necesario, que no tuviera sentido, que no hubiera apenas plásticos o residuos que reutilizar. Esto quiere decir que este proyecto y en general precious plastic, no va a solucionar el problema que tenemos con los plásticos y no lo pretende, por lo que tenemos que tener cuidado con idealizarlo. Así que usaremos lo fabricado como una manera de sostenernos como comunidad, y también de denunciar y de recordar que la regulación compete más a gobiernos e instituciones que a nosotras como consumidoras.

Como decía arriba, también es una herramienta para hacer comunidad, ya que se nuclea en un territorio concreto (barrio, pueblo …) y es gestionado por gentes que viven en ese mismo territorio. Siempre sirve para generar redes comunitarias y hacer que colaboren entre sí y también puede ser una llave para generar economía local.

Pared realizada con bloques de plástico reciclado extruido. Pertenece al proyecto Precious Plastic. Obtenido de https://preciousplastic.com/
Pared realizada con bloques de plástico reciclado extruido. Pertenece al proyecto Precious Plastic. Obtenido de preciousplastic.com
Máquinas para realizar el proceso completo, cuyos planos se pueden replicar y autoconstruir. Más info en: https://preciousplastic.com/archived/starterkits/overview.html
Máquinas para realizar el proceso completo, cuyos planos se pueden replicar y autoconstruir. Más información.
Foto de algunas de las casas bajas de Abetxuko.

¿Dónde y por qué ahí?

Abetxuko1, era una aldea muy pequeña de la actual Vitoria-Gasteiz que, hacia 1959, se transforma en lo que conocemos hoy en día, un pueblo-barrio en constante confrontación y luchas con las diferentes instituciones.

Un territorio muy marcado por su historia, sus gentes y su geografía ya que al estar separado de la ciudad por el río Zadorra, ha permitido siempre que se mantenga su espíritu de pueblo y su organización especial, de hecho siempre ha tenido un fuerte tejido social y combativo.

Llego a este barrio por las gentes de Baladre y en seguida empiezo a enredarme con la Asociación Vecinal Uribe-Nogales y con la Casa de Iniciativas, tiempo después, cuando y habíamos hecho algún proyecto conjunto, les propuse traer este proyecto al pueblo creyendo que les podía encajar y sus gentes fueron muy receptivas con la idea.

En este caso estaba muy claro, lo importante no era el proyecto, sino seguir haciendo comunidad y que la gente sienta orgullo de ser parte de eso. Esto es algo que saben bien en Abetxuko, los cambios sociales son lentos, consensuados y desde abajo. Por eso no sabemos cuál será el futuro del proyecto, sino que todas las personas que participemos lo iremos construyendo.

¿Es un adiós?

Para acabar hablamos de colapso, no podemos ignorarlo. Desde que estoy en el mundo de la transformación de basura, a diario se repite la pregunta inevitable ¿podemos revertir esto o es demasiado tarde? Desde mi punto de vista, está demasiado claro y es demasiado tarde, no hay esperanza.

Pero lo que estamos a tiempo es de decidir qué tipo de colapso queremos, (más o menos ordenado, con más o menos sufrimiento). El colapso no se refiere al planeta, si no al capitalismo. Citando a REM “Its the end of the word as we know it (but i feel fine)2”.

Es curioso que si echamos una vista al pasado (reciente), vemos cómo por ejemplo en el estado español o en Euskal Herria, en los 60 entra el consumo con un mensaje muy claro: el progreso = tener muchas cosas. Y nos lo creímos. Lo que es peor, llegó con la legitimidad de creernos con el derecho de consumir sin límites. Si no quitamos esa idea en nuestras cabezas, el final será doloroso porqué será desde el egoísmo y la violencia a las que el capitalismo nos invita a ejercer.

Toda la opulencia que tenemos aquí la estamos robando de otros sitios. La comida y los recursos no salen de tu tierra, sale de la de otras y eso es robar.

Un apunte sobre Decrecer: no es ser menos felices, es todo lo contrario. Cuantos menos “caprichos” materiales tengamos (no hablo de necesidades), menor será nuestra dependencia del trabajo remunerado. Menor necesidad de regalar nuestro tiempo al sistema, mayor disponibilidad del mismo para dedicarlo a nuestro disfrute y crecimiento personal y comunitario. Suena bien, verdad? Pues añádele una pizca de consumo local, de conciencia comunitaria y de respeto al medio-ambiente, agita bien (vale agitación social), y tendrás un delicioso Decrecimiento para disfrutar en compañía.

«Tú pide, y la diosa Basura proveerá«. Norberto Fuentes.

Nota:

    1. Para conocer Abetxuko recomiendo el libro ‘Será porque que tenía el sarampión: 25 años de luchas compartidas con Paquita en Abetxuko Herria, de Zambra. Pasar por su Asociación Vecinal o pasear por sus calles. ↩︎
    2. Es el fin del mundo tal como lo conocemos (pero me siento bien). Refiriéndome a qué me siento bien porque este sistema debe acabar. ↩︎

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