En el cuarto aniversario de la Asamblea de Paradas del Valle del Nalón (ADEPAVAN), en su memoria de actividad del año 1990, escribía yo lo siguiente:
“En el día a día, todas nuestras ideas y reflexiones, deben servir, para aclarar de maleza el camino que nos conduzca, a ver alguna luz en el oscuro porvenir que se ha planteado siempre, para las clases más humildes.”
En consecuencia, que sirva para que algunas mentes y algunos corazones nos agitemos y perdamos el miedo a la lucha permanente, ante las injusticias.
Los que vivimos la cruda realidad de la precariedad, debemos analizar los porqués, y estar a la vanguardia, para denunciar que millones de personas no tenemos las necesidades básicas cubiertas o que estén convirtiendo el planeta en una inmensa alcantarilla…
Cúmulo de situaciones estas, impresentables, en un mundo en que hay de todo y para todas, si se distribuye con equidad.
Debemos movilizarnos en consecuencia, hasta el último aliento de nuestras vidas, con la mirada puesta en estos objetivos. Todo lo que hagamos en esta dirección, nunca estará de más.
Esta asamblea, intenta aportar para alcanzar este fin, junto con otras personas y grupos, en otros lugares y al mismo tiempo.
En otro apartado de esta misma memoria decía:
- No es concebible el paro, en una sociedad que necesita tantos servicios:
- Recuperación de pueblos enteros y zonas rurales abandonadas.
- Recuperación de trabajos artesanales.
- De la naturaleza degradada… Ante esto y tantas cosas que hay que hacer, por el bien común, no canalizar el dinamismo, especialmente de los jóvenes, es un mundo que camina hacia su propio suicidio, de forma constante.
Como podéis ver, han pasado más de treinta años, pero estas sencillas palabras, siguen de plena actualidad.
En octubre, de ese mismo año, el Movimientu de Parades d’Asturies, MPA organizó la IV conferencia de la Red Europea de Lucha contra el Paro, a la que invitamos a diferentes colectivos. En ese momento entramos en contacto con la Coordinadora de Paradas de Torrelavega y la Gasteizko Langabetuen Asanblada. A mediados del siguiente mes, les invitamos al cuarto aniversario de nuestro grupo. Para nosotras este fue el principio de interrelación a nivel estatal y lo que después sería Baladre.
Comenzó entonces una etapa de enorme aprendizaje, al compartir varios encuentros, en Manresa, Marinaleda, Valencià… con otras gentes abriendo mentes y conociendo otras realidades.
Al igual que otros movimientos alternativos, a lo largo del tiempo y de la historia, aunque sean estos, en pequeñas ciudades, comarcas o barrios, no dejan de ser puntas de lanza, corrientes de aire fresco, para conseguir una sociedad más justa.
Varios años de experiencias inolvidables e enriquecedoras, que aún permanecen en mí. Es por ello que animo a la participación social, que quema, sí, pero que siempre nos va a aportar mucho más, que los esfuerzos que nos puedan representar.
El saber de otras personas y grupos de fuera de nuestro entorno, con nuestras mismas problemáticas y con los cuales entablar relaciones: de amistad, de trabajo en común, de lucha en definitiva, no es cosa de un día, no se deberían perder y requieren un esfuerzo de participación en espacios de encuentro generados por otros o propios, que mantengan, aviven y dinamicen el intercambio, difícil por la distancia y las diferentes realidades, pero tan necesario.
Y ahora quiero contaros una pequeña anécdota:
Paseando un día, nos paramos mi pareja de entonces y yo, delante de la Llibrería SOL, de la que la Asamblea de paradas era cliente y a la vez sus dueñas, Yoli y Mari, eran colaboradoras nuestras y le comenté. ¡¡Cómo me gustaría tener una librería!!
Espacio este, de cultura, humanista, de solera y prestigio, que después de más de dos décadas de vida (abrió en 1970) ya era bien conocida.
Pues dicho y hecho, poco tiempo después se jubilaban y nos ofrecieron que nosotras les diésemos continuidad.
En el año 96, en que tomamos el relevo, 26 años de inquietud librera y social contemplaban a este espacio de venta de libros, pequeño físicamente, pero grande de corazón.
Yo siempre digo, que una gran parte de lo que soy, en todos los sentidos, lo soy gracias a todos los años pasados en este lugar, esto es una isla de PAZ, que busco cada día para mí y que intento transmitir a las personas con las que comparto.
SOL, no es una librería de escritores e intelectuales (que también) lo es sobre todo de personas sencillas, que con una palabra o una frase corta, llenan de sentido común e inteligencia, cualquier conversación.
Como aún sigue diciendo un cliente de primera hora, “Esto es un pequeño nido de cultura” En él se vendieron libros perseguidos y prohibidos y fue lugar de encuentro de opositores a la dictadura.
Muchos de estos, pusieron en marcha la Asociación la Amistad, en 1969, las dueñas de Sol fueron miembros de este espacio social, en todas sus directivas y participaron como vicepresidenta, tesorera o vocal.
Félix Viejo, uno de los fundadores, recuerda en el libro de Benigno Delmiro, “La Rebelión de la Cultura en Asturies” lo siguiente:
“Nos convocaron a toda la Junta Directiva en el cuartel de la Guardia Civil: El sargento, mandó bajar a todos los números y les dijo: para que conozcáis a los izquierdistas de este pueblo: ¡Matamos a los abuelos, y ahora vamos a tener que matar a los nietos!”
Otro miembro, Florentino Antuña, recuerda:
“En 1973, nos denegaron el permiso para un concurso de dibujo, y en 1974 uno de redacción. ¿Alguien puede imaginarse la peligrosidad de aquellas actividades para niños? ¿Cómo es posible, que el sargento de la Guardia Civil se atreviese a cerrar el local cultural, sin prueba alguna, basándose en nuestro para él, descarriado comportamiento? Así eran aquellos tiempos, dominados por una derecha reaccionaria y fascistoide.”
Pues de este caldo de cultivo, nace Llibrería SOL, apoyada en lo personal, pero también en lo económico, por miembros de esta Asociación. En ella compartieron y convivieron, durante nueve años de existencia, independientes, trosquistas, maoístas, cristianos de base, comunistas, socialistas, anarquistas, rebelándose y utilizando la cultura para generar sitios para el diálogo, el conocimiento y la libertad. Y ello en los mismos locales de la Iglesia, (el párroco también formaba parte de la Amistad) que años más tarde, albergarían el mayor número de las actividades de la Asamblea de Paradas.
Llevo más de 25 años en SOL, y mi objetivo ha sido mantener el espíritu de las dos mujeres que pusieron en pie este espacio, que venía precedido de su previo activismo social.
Parir una cosa nueva es lo difícil, pero mantenerlo con dignidad no es nada fácil, pero esta librería sigue aquí en contra del viento y la marea.
En los últimos años, los cambios fueron enormes, colegios privados vendiendo libros y material escolar, “amazones” varios, ebooks, cierres de editoriales, distribuidores, y cómo no de librerías. Yo he acudido al rescate de varias, en sus últimos días, en un intento de hacerles más llevaderos el final.
Para mí es más que un trabajo, es un Proyecto de Vida y sigo animado como Don Quijote, a seguir luchando en contra de las ruedas de molino, y cumplir algunos años más en SOL.
Al final, esta librería no es de las personas que estuvimos detrás del mostrador, sino de la memoria de un pueblo y de las que pasan por aquí y la hacen mantenerse día a día y que se sintieron atendidas, reconocidas y respetadas.
Estas son las palabras textuales de Diana, que resumen lo antes dicho:
“Lo que es un placer para mí, es entrar en tu librería y pasar toda la tarde rodeada de libros, charlar contigo y dar gracias por sentirme como en casa, porque tu librería, también es un poco mía, porque como a ti, a ella también la quiero y quiero que siga formando parte de mi vida, que a la vez es la de muchas.”
Dice el tango que 20 años no son nada (que lo son) pero 50 lo son aún más. Deciros que el 23 de abril, en pleno confinamiento en Llibrería SOL gracias a la venta de prensa, se siguieron vendiendo libros y hablando de vida. Sí, hablando de la vida, que algunas, no entendemos sin leer.
Y ya os digo yo, que lo que mantiene Llibrería SOL en pie, es mi amor por los libros y la perseverancia, ante las enormes dificultades de los últimos años. Ni un paso atrás. Aparte de que yo entienda mi trabajo, como una militancia.
En esta vida, hay personas que van de camino, otras que se quedan cuando pasan, En SOL una buena charla nunca se deja pasar y además estas te cargan de energía. El que de vez en cuando alguien te agradezca una orientación, o valore los títulos que tienes en tus estanterías, me dan fuerza para seguir y me hacen pensar, que algo bueno puede que esté haciendo.
Ser intermediario de inquietudes culturales y de conocimiento, aporta satisfacciones y fuerza. A pesar de los problemas y muchos, que he vivido aquí, cada vez tengo más claro, que estoy donde debo. Donde mi afán lector y mi sensibilidad me trajeron. Los libros son el motor principal y los protagonistas, pero lo son aún más las personas que pasan por aquí y me acompañan, alimentando mi alma.
Como no me canso de repetir: las revoluciones, los cambios profundos, se hacen a diario, desde cualquier ámbito. Cualquier tienda de barrio, actividad social, cultural, barra de bar, manifestación, etc..etc.
Deciros, para ir finalizando, que desde el año 90, hay un hilo invisible que me une a las diferentes personas y grupos de Baladre y por ende a todos los enredos que se han ido generando en estos años en Europa, Latinoamérica,… y no es otro que Manolo Sáez, bien conocido por todas vosotras. Su capacidad de generar interrelación y de mapear el territorio es de una constancia digna de elogio y reconocimiento. Él me ha hecho sentir parte importante de Baladre, me ha visitado regularmente, se ha acercado a este pequeño rincón del mundo, que es SOL, desde el cariño, la cercanía, la horizontalidad… y también con otras personas, que le acompañaban, con las que he compartido momentos bien chulos. Todo ello me ha hecho sentirme parte de este espacio de reflexión y activismo, aun en la distancia física. Solo mitigada por estas visitas que os refiero y que tanto agradezco y también, muy puntualmente, en algún encuentro realizado en Asturies. Como le he dicho a Manolo en más de una ocasión, la puerta de SOL, que es mi casa, está abierta siempre a quien venga en su nombre y como no, en el de Baladre.
Y lo que os comento a continuación, sé que lo tenéis claro, pero no está de más recordarlo:
- Los que vivimos los problemas, debemos protagonizar las iniciativas, que respondan a nuestras necesidades y evitar la manipulación y el engaño. Nuestra bandera, siempre, la independencia y el inconformismo. Sin complejos, sin miedos, sin vergüenza. Hay que perseverar, haciendo islas, que lleguen a formar continentes.
- Baladre contribuye con nota a la maduración de las personas implicadas, a su soberanía, a fomentar la personalidad crítica con nosotras mismas y por supuesto con el mundo mundial.
- Crear ideas, ilusiones, expectativas, cada una debe ser protagonista, a pesar de los diferentes niveles de implicación, teniendo en cuenta la realidad de cada una. Así me he sentido yo, PROTAGONISTA, agradecido siempre por ello a Baladre y por supuesto a Manolo, que ha ejercido de cordón umbilical.
No puedo finalizar estas líneas, sin insistir en la enorme felicidad que para mí ha significado llevar la mitad de mi existencia entre libros, pero ello no puede ocultar y hay que reconocerlo con claridad, el enorme sufrimiento que también ha significado, en lo económico y en la falta de derechos. Sin horarios, sin vacaciones… o sea una autoexplotación pura y dura. En la que millones de personas nos vemos atrapadas, para mayor gloria de empresas eléctricas, de telefonía, etc, etc.
Pero igual que os comento esto, también tengo que deciros, que aún me emociono abriendo cajas de novedades, o teniendo en mi mano por primera vez alguno de los libros que me piden, y ya no digamos los de infantil y juvenil (por los que tengo especial cariño) tal vez, porque yo no los tuve.
Mi padre, no sabía leer ni escribir, (ya sabéis, los privilegios insultantes de unos pocas, destrozan la vida de otras) yo he tenido más suerte, he leído lo suyo y lo mío.
Es buen momento para deciros, que en los últimos treinta años, mi idea de Utopía ha sido la baladrina, en esas situaciones de dificultad que todas vamos teniendo a lo largo de nuestra existencia, yo siempre pensaba en llamar a Manolo, dejar todo atrás y poder tener el privilegio de conocer los sitios, pero sobre todo a las personas: las almas y corazones de Baladre.
Animaros también a buscarla (la utopía) que se hace primero, en cada una de nosotras, construyéndolos en pensamiento crítico con nosotras mismas y lo que nos rodea, para después aportarlo a las demás. Sabéis bien que nos desean solas, pero deben encontrarnos en comunidad, siempre.
Un detalle, no menor, por el contrario, pilar fundamental, para finalizar: Esto no es Librería SOL, esto es Llibrería SOL, como está puesto en su imagen exterior. Declaración de intenciones desde la puerta de entrada. Aquí se venden libros, se habla y se escribe en Asturiano, y estamos porque nuestra lengua y sus hablantes tengamos nuestros derechos reconocidos, cosa que ahora no ocurre.
Polo tanto: L’ASTURIANU, LLINGUA OFICIALTURIANU, LLINGUA OFICIAL.
Amigas de Baladre, yo por mi parte, a seguir peleando, un tiempo más, con mis amores platónicos, que no son otros que los libros. Y vosotras con los vuestros, que seguro que los tenéis y tan intensos y hermosos como los míos.
Nos vemos en las calles, en los bares y sobre todo en las librerías vocacionales, si es que tenéis la suerte de tener alguna cerca.
Como decía Bukowski, solo los locos y solitarios, pueden permitirse el lujo, de ser ellos mismos, no necesitamos complacer a nadie, ni nos importa ser comprendidos y yo tengo, y alguna de los que leáis esto, seguro que también, un poco de las dos cosas.
Tened en cuenta, tres cosas, una que decía el poeta ya fallecido, Joan Margarit:
LA LIBERTAD, ES UNA LIBRERÍA.
La de que: sea cual sea nuestro camino, TODO EMPIEZA EN UNA LIBRERÍA.
Y también, MÁS LIBROS, MÁS LIBRES. Que yo repito a menudo.
P.D.- Permitirme que muestre ante vosotras, mi amor incondicional por mi madre Amelia y por mis hijas, Deva y Olái, que tanto han contribuido a que mi existencia, en todos los aspectos, personal, emocional, laboral... haya sido, a pesar de momentos duros, de equilibrio y bienestar. Gracias y gracias.