Comunidad La Garma
¡AUTOGESTIÓN! Una de las palabras que fueron un punto de inflexión en nuestras vidas. Palabra que, en aquellos años, en nuestros ambientes, no se utilizaba. Ni aún hoy el diccionario le da el mismo significado que los veteranos militantes de antaño le daban.
Palabra que cayó hace 30 años en una tierra bien abonada y que fructificó rápidamente.
Tierra nutrida en un primer momento por el AMOR (otra palabreja). Amor que caló en aquel grupo de jóvenes, que aceptaron cuidarse y respetarse y por supuesto apoyarse. Jóvenes, hoy adultos, que siguen manteniendo lazos de cariño y amistad.
Personas que arrancaron en sus inicios teniendo como referentes a aquellas comunidades de base cristiana. Aquellas que vendían sus posesiones, para repartirlo entre todos, a cada cual según su necesidad. Aquellas que tenían como referente a Jesús de Nazaret. Aquí ha aparecido otra de las palabras que marcaron y marcan definitivamente nuestras vidas: COMUNIDAD.
Así arrancamos, viviendo en común. Viviendo como base de actuación el amor. Amor que se visibiliza en los cuidados y el apoyo mutuo real. Cuidando de nosotras, de las otras, de lo social, de lo ambiental, CUIDANDO…
Derivando cada día más hacia autogestionar todos los aspectos de nuestras vidas. Buscando y consiguiendo autoemplearnos.
Estos pasos nos arrastraron irremediablemente hacia otra palabra: DESOBEDIENCIA.
Constatamos que no podíamos ser LIBRES sin desobedecer a un sistema que, entre otros, basa su funcionamiento en el sometimiento.
Qué emocionantes y románticos, casi ahora, fueron aquellos años de INSUMISIÓN, de militar en el M.O.C., de aquellas semanas de lucha social, acampadas en las plazas, acciones en las playas, okupaciones, concentraciones, etc…. muchas y distintas luchas…
Desde entonces aplicamos la expresión “educar en la desobediencia”, como uno de nuestros pilares.
Pero no solo sirve desobedecer, hay que construir alternativas.
Trabajamos con niñas, niñas y jóvenes en estas líneas mencionadas.
Tenemos una alternativa a la escuela que llamamos “El Regazo”, espacio de aprendizaje libre y no directivo. Ahondamos en otro tipo de crianza, el parto respetuoso, colecho, etapa en brazos, lactancia profunda, aplicando el concepto del “Continuum”.
Profundizar en el campo de la SEXUALIDAD también fue otro punto de inflexión.
Conocernos, conocer nuestros cuerpos, relacionarnos en libertad y respeto. Rompiendo corazas, sintiendo el deseo y el placer responsable como motores vitales entre otros. Haciendo camino al andar, cuestionando una vez mas todo lo establecido, pareja, familia, género, etiquetas, filias, edades, etc., etc., etc.
ECOLOGÍA, amor a la vida, naturaleza, plantas, animales.
Estar conectados con la vida.
Por eso vivimos en el campo, en casitas de bioconstrucción, austeras y sencillas. Interdependientes unas de otras. Reutilizando, reduciendo, reciclando, cultivando la tierra, cuidando la tierra. Derivando hacia una, cada vez mayor, sostenibilidad.
Hablando de conectar con la vida, aparece otra palabrita: ESPIRITUALIDAD. Esta más difícil de explicar que cualquiera de las anteriores. Las antiguas religiones la han desvirtuado, las nuevas corrientes espirituales la siguen desvirtuando.
Quizás interioridad se defina mejor. El caso es que hay algo que te conecta contigo, con la otra y el otro, con la naturaleza, con el Cosmos…
Hoy estamos dándole vueltas, viviéndolo y manifestándolo cada quién como puede. Pero tenemos claro que es algo que no hay que dejar de lado. De ahí nuestras meditaciones, contemplaciones, Oraciones, poesías, músicas, caricias…
Este es el campo en el que cada miembro de nuestro colectivo difiere más de los otros. Aún así seguimos compartiéndolo juntas.
LUCHA, si, LUCHA, nos ha tocado un mundo con un sistema de valores monstruoso. Que somete, domina, manipula y aplasta al ser humano y a toda la naturaleza en global. Nos juntamos para luchar, nos mantuvimos luchando y estamos en la lucha.
Sin duda alguna esta palabra de todas las que nos caracterizan, es la que más problemas, más discusiones y más abandonos o separaciones nos causa.
Hemos creado, con humildad lo decimos, crear un paraíso de la nada.
En el campo, rodeados de belleza, casi autosuficientes, con alimentos ecológicos de primera, nuestra propia escuela, con armonía y diversión porque sabemos cuidarnos, con cierta seguridad y estabilidad. Maravilloso.
Qué tentación sería quedarnos aquí aburguesados y aburguesadas, cómodas y seguras. De hecho, que habitualmente lo padecemos.
Cabe resaltarlo porque a la hora de tomar decisiones (por cierto, somos ASAMBLEARIOS, HORIZONTALES y funcionamos por CONSENSO) aquí aparecen los mayores miedos y faltas de COMPROMISOS (otra palabra que no podía faltar).
Aún así, seguimos a flote y en rumbo:
- Acogemos a distintas personas.
- Seguimos algo que aprendimos, hace años, en Baladre “el que no tiene, no paga”.
- Construimos y trabajamos al margen de lo estipulado legalmente.
- Estamos en distintas redes de lucha y apoyo mutuo.
- Acompañamos a niñas y niños, jóvenes y familias.
- Colaboramos con muchas otras personas y colectivos.
- Participamos en acciones y campañas de otras.
- Educamos en la desobediencia a cualquier autoridad impuesta.
- Intentamos que entre lo que pensamos, decimos y hacemos haya la menor diferencia posible.
- Realizamos campamentos, jornadas, cursos, etc., siempre cargados de contenidos para crear conciencia y atendiendo a los cuidados interpersonales de manera transversal.
- Cultivamos y elaboramos alimentos orgánicos y saludables.
- Intentamos ser MILITANTES enamorados de trabajar no por un mundo mejor, sino por un mundo nuevo. Para terminar, aquí va la ultima palabra, ya muy en desuso, pero, aunque solo sea por romanticismo la dejamos caer:
REVOLUCIÓN
- Los más veteranos llevamos 31 años viviendo en comunidad.
- La comunidad de La Garma tiene 21 años.
- Ahora mismo, 2023, vivimos 22 personas en la finca entre pequeños, pequeñas y mayores, más otras 2 que forman parte, pero viven fuera.
- Es una realidad dinámica con un pequeño porcentaje de gente que va y viene.
- Nos sentimos orgullosos de decir que mantenemos una buena relación con todas y cada una de las personas que han vivido en La Garma.
- En la finca han coexistido y coexisten distintos grupos que forman su realidad, aparte de la comunitaria.
- El Grupo Garma, tiene 15 años de existencia. Trabaja en el campo del ocio, la educación y la transformación social.
- Existen también distintas iniciativas de autoempleo y producción agroalimentaria.