Era el año 1992

Frauke Buttner

Era el año 1992. En el local del colectivo EX en Berlin/Alemania, tuvimos una Charla con el tema 500 años de resistencia contra la colonización. Ahí conocí a las compas de Baladre.

Y desde entonces hemos compartido muchas charlas, conciertos con el grupo Ska-Reggae POTATO, fiestas, cenas, abrazos y manifestaciones. En Berlín, Hamburgo, Wendland, el País Vasco, Andalucía y más lugares. ¡Compartimos más de 30 años de amistad y lucha por una vida mejor! Felicidades y Amor, queridas compas! Frauke

Era el año 1992, entonces yo vivía en un edificio okupado del barrio de Kreuzberg que es una parte del distrito de Friedrichshain-Kreuzberg en la ciudad. La verdad es que ya tenía conocimiento de las amigas de Baladre por Petra y otras mujeres de mi barrio y colectivos feministas y autónomos de la ciudad. La primera vez que me encontré con las baladrinas fue descargando los instrumentos de la banda POTATO que estaba llegando a la sala X, donde yo participaba por aquellas fechas. Tras bajar todos los bultos pasamos a la sala y tras horas se dio una primera actividad que estaba centrada en los 500 años de Resistencia indígena, negra y popular. Esta actividad venia enmarcada en una Gira por diferentes ciudades de Alemania (Kolonia, Friburgo, Hanburgo, Oldenburgo y Berlín…) dentro de esa campaña internacional de denuncia de los 500 años de opresiones. La charla situaba el porqué de esa gira y como en ese momento en el Estado Español estaban realizando denuncias similares en diferentes ciudades, entre ellas en Sevilla ante la inauguración de la llamada Expo-92 (Exposición Universal en la Isla Mágica de Sevilla, donde a sus puertas se dio una concentración el día de su apertura duramente reprimida). Tras la charla y las conversaciones posteriores fuimos al Centro de Documentación Latinoamericano, que estaba pegado a la Sala X, donde encontramos una persona conocida de los colectivos autónomos berlineses, que nos enseñó con amplitud la enorme documentación de las luchas, proyectos y resistencias en toda América Latina.

Tras esa visita ya hacia la noche tuvo lugar un lindo concierto de reggae/ska de la banda gasteiztarra POTATO, que entre sus canciones tenía una específicamente referenciada a estos 500 años de resistencias.

Desde el principio fue todo muy fácil, me sentía entre amigas, por momentos tenía la sensación de que nos conocíamos desde hacía mucho tiempo. A parte de esas baladrinas las instalé en mi casa. Un edificio que tenía en la parte superior de cuatro alturas, el comedor y sala de estar. Fueron días de disfrute que abrieron las puertas a una relación que sigue muy viva. Siempre que alguna baladrina viaja a Berlín se suele quedar en mi casa (en cada momento en la que estaba), ya sea en cama o suelo solidario y con ellas he seguido encontrándome en muchas ocasiones por mis diferentes viajes en la Península Ibérica.

Ellas siempre me han tenido como una baladrina más y la verdad que pensándolo bien, pues tienen razón, porque ser de Baladre es utilizar el espacio que implica relaciones, afectos, cuidados… y una siempre ha cuidado y se ha sentido cuidada como cualquier otra baladrina, aunque en mi casa viva en Berlín.

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