Comandante Luis el Rico
Dice la teoría de sistemas, esa que tanto nos gusta a la peña ecologista porque nos hace parecer que tenemos una nueva teoría revolucionaria con la que escribir muchos libros, que hay que fijarse más en las interacciones que en las individualidades porque si no, no te enteras de nada.
También dice esa misma teoría que los sistemas tienen propiedades emergentes, que es una forma pijotera de decir que cuando muchas individuas se juntan para interactuar aparecen cosas nuevas que nadie habría imaginado porque no aparecían cuando mirabas a esas individuas individualmente.
Dice Wikipedia que baladre son 3 plantas: Bupleurum fruticosum, Nerium oleander o Helleborus foetidus. Dicen las gentes de Baladre —como les gusta a las gentes de Baladre llamarse desde que son gentes de Baladre— que son una flor que coordina, pero no especifican qué especie, y a los ecologistas nos gustan que nos detallen las plantas para poder hacer un inventario en un mapa y ver si hay que denunciar a alguien porque la planta desaparece. Claro, que esta planta no puede desaparecer porque está tan bien coordinada que tiene raíces subterráneas para brotar y rebrotar. Tampoco la puedes poner en un mapa, aunque hay sitios del mapa donde seguro que las encuentras. Pero las gentes de Baladre son más de ser electronas desapareás, que si sabes dónde están no sabes a dónde van y viceversa, de Coia a Málaga pasando por Buenos Aires (el de Salamanca) o de La Orotava al Parke Alkosa por la ruta de Cuenca, aunque también se pueden meter en asamblea o en cualquier pantalla de ordenador porque aunque las gentes de Baladre no sean muy tecnológicas al final siempre se conectan donde haya que conectarse.
Dice quien suscribe este texto que Baladre le ha dado gran parte de lo que es. Porque mejor que cualquier teoría sistémica Baladre te enseña muy bien lo importantes que son las relaciones humanas y la que se puede liar cuando muchas humanas, por muy precarias que sean, hacen cosas juntas.
Ahí te emerge lo que quieras. Un Tinto de Verano en el que chavales inexpertos —como el que suscribe este texto— se pispan de qué va la vida (donde te cuentan por primera vez, año 2003, que hay una teoría que se llama queer que revienta las categorías sexuales). Una revolución de cooperativas agroecológica que puede alimentar y sostener a comunidades enteras (de comida y de vida). Un puesto de libros en cualquier rincón. Una radio con la que compartir luchas de todo el mundo. Una oficina de Renta Básica de las Iguales en el barrio que más lo necesita. Un encierro en una iglesia. Un campamento en unas obras. Una campaña contra la UE. Muchas reflexiones compartidas (con comida mejor). Y muchas amigas con las que compartir un mundo para que en la mierda capitalista broten las flores.
Dice La Polla Records que “mogollón de gente vive tristemente y van a morir democráticamente y yo no quiero callarme”. Y es que el punk (o parte del punk que aquí no se salva nadie) también se entiende mejor que la teoría de sistemas. Y Baladre es punk.
Por eso seguiremos en pie.